Rabat

Rabat, conocida en árabe como الرباط, es la capital del reino de Marruecos y de la región Rabat-Salé-Kenitra. Esta ciudad se encuentra estratégicamente ubicada en la costa atlántica, en la orilla sur de la desembocadura del río Bu Regreg, que la separa de la vecina ciudad de Salé. Con una población de 1,622,860 habitantes según el censo de 2004, Rabat se destaca como la segunda ciudad más poblada del país, solo superada por Casablanca.

Fundada en el siglo XII por el sultán almohade Abd al-Mu'min, Rabat ha desempeñado un papel crucial en la historia marroquí. Originalmente concebida como una fortaleza militar, la ciudad se ha transformado a lo largo de los siglos en un importante centro político y administrativo. En 1912, durante el periodo del protectorado francés, Rabat fue designada como la capital de Marruecos, un estatus que ha mantenido incluso después de la independencia del país en 1956.

Rabat combina su rica herencia histórica con una moderna infraestructura urbana. La medina de Rabat, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012, es un testimonio vivo de su pasado. Con sus estrechas calles empedradas, zocos vibrantes y antiguos edificios, la medina ofrece una ventana al Marruecos tradicional. La Kasbah de los Udayas, una fortaleza del siglo XII, es otro sitio de interés histórico que ofrece vistas panorámicas del océano Atlántico y del río Bu Regreg.

La ciudad también alberga importantes instituciones gubernamentales y diplomáticas, incluyendo el Palacio Real y el Parlamento marroquí. La Torre Hassan, una mezquita inacabada iniciada en el siglo XII, es uno de los monumentos más emblemáticos de Rabat. Frente a ella se encuentra el Mausoleo de Mohammed V, un ejemplo notable de la arquitectura tradicional marroquí, que alberga las tumbas del rey Mohammed V y sus hijos.

Rabat es conocida por sus espacios verdes y su ambiente tranquilo en comparación con otras ciudades marroquíes. El Jardín de los Hespérides y el Parque de Hilton son dos de los numerosos espacios naturales que ofrecen a los residentes y visitantes un lugar para el ocio y la recreación. La ciudad también es sede de eventos culturales de renombre, como el Festival Internacional de Cine de Rabat y el Festival Mawazine, que atrae a artistas de todo el mundo.

Económicamente, Rabat es un centro administrativo y educativo más que industrial. La presencia de varias universidades, incluyendo la Universidad Mohammed V, y numerosas escuelas internacionales subraya su papel como un centro de educación superior en Marruecos. Además, la ciudad ha sido un foco de desarrollo urbano, con proyectos de infraestructura que incluyen el moderno tranvía que conecta Rabat con Salé, facilitando el transporte entre las dos ciudades.

En términos de curiosidades, Rabat es una ciudad que equilibra perfectamente la modernidad con la tradición. Su diseño urbano incorpora amplias avenidas, jardines bien cuidados y una arquitectura que refleja tanto la influencia colonial francesa como las raíces islámicas del país. La ciudad también se beneficia de su clima templado atlántico, lo que la hace un destino agradable durante todo el año. La mezcla de elementos históricos, culturales y modernos hace de Rabat una ciudad única y fascinante, que sigue desempeñando un papel vital en la vida de Marruecos.

Historia

La historia de Rabat comenzó con un asentamiento conocido como Chellah en la ribera del Bu Regreg, fundado en el siglo III a.C. En el 40 d.C., los romanos tomaron el control de Chellah, transformándola en Sala Colonia. Este asentamiento romano se mantuvo hasta el 250 d.C., cuando fue abandonado y pasó a manos de los gobernantes bereberes, quienes jugaron un papel crucial en la historia de al-Ándalus.

El núcleo original de Rabat se formó en 1146, cuando el sultán almohade Abd Al-Mumin construyó un campamento fortificado, conocido como ribat, sobre una alta pared rocosa en la desembocadura del río. Este campamento, denominado Ribat al-Fath o "Fortaleza de la Victoria", fue una base para incursiones almohades en la península ibérica. En 1195, Yaqub al-Mansur, nieto de Abd Al-Mumin, planificó una gran ciudad amurallada con una mezquita monumental que superaría a la Giralda de Sevilla y la Kutubia de Marrakech. Sin embargo, tras su muerte en 1199, las obras se detuvieron, dejando solo la Torre Hassan como testimonio de su ambición.

Rabat experimentó un período de decadencia tras la muerte de Yaqub al-Mansur y la conquista benimerina, que estableció Fez como su capital. La ciudad fue prácticamente abandonada y en 1260 el rey español Alfonso X la conquistó e incendió. No fue hasta 1610 cuando Rabat y la vecina Salé se revitalizaron con la llegada de numerosos refugiados moriscos expulsados de España. Estos refugiados, principalmente del pueblo extremeño de Hornachos, se instalaron en la fortaleza de los Udaia y desarrollaron una flota corsaria que proclamó la independencia política de Rabat y Salé en 1627, fundando la República de las Dos Orillas, conocida en Europa como "Salé la Nueva".

Con el establecimiento del protectorado de Marruecos, Rabat quedó bajo control administrativo francés. En 1912, el mariscal Lyautey eligió Rabat como capital administrativa del Protectorado francés de Marruecos. Tras la independencia de Marruecos en 1956, Rabat se convirtió en la capital del país. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos estableció una presencia militar en Rabat, utilizando la antigua base aérea francesa como instalación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Sin embargo, con la independencia de Marruecos, Mohammed V insistió en la retirada de las bases estadounidenses, un proceso completado en 1963. Posteriormente, la base se convirtió en la principal instalación de la Real Fuerza Aérea Marroquí, conocida como la Base Aérea n.º 1.

En 2009, Fathallah Oualalou, miembro de la USFP, fue elegido alcalde de Rabat gracias a una inusual alianza con los islamistas del PJD, los liberales del Istiqlal, los izquierdistas del PPS y los centristas del RNI. Esta diversidad política refleja la complejidad y la riqueza cultural de Rabat, una ciudad que ha sabido combinar su herencia histórica con la modernidad, consolidándose como un centro administrativo, político y cultural fundamental en Marruecos.

Geografía

La geografía de Rabat está marcada por una distribución en abanico de sus barrios, que muestran una clara diferenciación social. El núcleo histórico de la ciudad incluye Uday y Medina, situados en el punto de encuentro del río Bu Regreg y el océano Atlántico. Hacia el oeste, a lo largo de la costa, se extienden barrios populares y de clase media como Akkari, Yacoub El Mansour, Massa y Fath. Un segundo grupo de barrios más modestos se encuentra a lo largo de las ramblas, bordeando el Bu Regreg, e incluye Youssoufia, Takadoum y Hay Nahda.

Entre estos dos radios de barrios de clase media, se encuentra una amplia diagonal de prósperos barrios como Les Orangers, Aviation, Mabel, Hassan y Agdal Hay Riad. Estos barrios se distinguen por sus viviendas de lujo, especialmente en Souissi y Embajadores, donde se ubican muchas residencias diplomáticas. Este diseño urbano, caracterizado por amplias áreas verdes y la influencia climática del océano, contrasta con los barrios más densamente poblados que los rodean.

Además, Rabat está experimentando importantes transformaciones urbanísticas con dos grandes proyectos. El proyecto Amwaj, que tiene como objetivo revitalizar la desembocadura del río Bu Regreg con hoteles y residencias de lujo de estilo árabe-andaluz, y el proyecto Sephira, que pretende desarrollar la cornisa del litoral atlántico mediante la construcción de hoteles, un teatro, un complejo deportivo y residencias de lujo de estilo contemporáneo. Estos proyectos están destinados a modernizar la infraestructura de la ciudad y reforzar su posición como centro urbano de importancia en Marruecos.

Clima

El clima de Rabat se caracteriza por ser templado mediterráneo, influenciado significativamente por su ubicación costera en la costa atlántica de Marruecos. Durante el invierno, los meses más frescos como enero presentan temperaturas medias alrededor de los 12 °C. Esta estación se caracteriza por precipitaciones abundantes y frecuentes, acompañadas a menudo de ráfagas de viento.

En contraste, el verano experimenta una moderación térmica gracias a la brisa del océano Atlántico. Agosto, el mes más cálido, registra temperaturas medias alrededor de los 22 °C. Los meses más agradables para visitar la ciudad son octubre y mayo, cuando las temperaturas diurnas oscilan entre los 17 °C y los 23 °C.

En términos de insolación, Rabat disfruta de aproximadamente cuatro horas y media de sol al día a lo largo del año. La temperatura media anual se mantiene en torno a los 17 °C, lo que contribuye a un clima generalmente benigno que favorece la visita y la exploración de la ciudad durante la mayor parte del año.